LIBRO 2: LIMPIEZA DE SANGRE
El Capitán Alatriste estaba a punto de reincorporarse como soldado a su viejo tercio en Flandes, pero antes de poder hacerlo, su amigo don Francisco de Quevedo, le pide ayuda en un asunto bastante oscuro.
Por otro lado una mujer aparece estrangulada frente a la Iglesia de San Ginés, con una bolsa de dinero y una nota manuscrita bastante misteriosa.
Un viejo conocido de don Francisco contrata al Capitán para rescatar a su hija, una joven novicia del convento donde suponían que estaba prisionera. Durante el episodio, Alatriste es emboscado y debe batirse con varios perseguidores, entre ellos su gran enemigo Gualterio Malatesta, de quienes logra escapar aunque un poco herido.
Iñigo había estado con él esa noche para ayudarlo a ingresar al lugar, pero cuando debía volver a su casa tal como el Capitán le había ordenado es capturado por Malatesta que lo entrega al santo oficio en Toledo. Allí es interrogado una y otra vez por fray Emilio Bocanegra, que desea hacerlo confesar su culpa y de paso lograr que también acuse al Capitán para poder acabar con ambos de una vez.
Iñigo las pasa muy mal durante esos días en la prisión de Toledo, ya que su peor temor es acabar en la hoguera junto a los demás herejes, y a la vez su lealtad al Capitán es puesta a prueba en varias ocasiones. Mientras tanto Alatriste, con la ayuda de don Francisco y de su viejo amigo el Conde de Guadalmedina intentará salvar a Iñigo sin ser atrapado en el intento.
Este libro nuevamente muestra cuan peligroso era vivir en Madrid en esa época, pero también deja en claro cuanto poder tenía la Iglesia, representada por la Inquisición que no tenía ningún escrúpulo al momento de castigar a quienes consideraba herejes, y así también como aquellos que practicaban otra fe que no fuera la religión católica eran perseguidos sin ninguna piedad.
El Capitán Alatriste estaba a punto de reincorporarse como soldado a su viejo tercio en Flandes, pero antes de poder hacerlo, su amigo don Francisco de Quevedo, le pide ayuda en un asunto bastante oscuro.
Por otro lado una mujer aparece estrangulada frente a la Iglesia de San Ginés, con una bolsa de dinero y una nota manuscrita bastante misteriosa.
Un viejo conocido de don Francisco contrata al Capitán para rescatar a su hija, una joven novicia del convento donde suponían que estaba prisionera. Durante el episodio, Alatriste es emboscado y debe batirse con varios perseguidores, entre ellos su gran enemigo Gualterio Malatesta, de quienes logra escapar aunque un poco herido.
Iñigo había estado con él esa noche para ayudarlo a ingresar al lugar, pero cuando debía volver a su casa tal como el Capitán le había ordenado es capturado por Malatesta que lo entrega al santo oficio en Toledo. Allí es interrogado una y otra vez por fray Emilio Bocanegra, que desea hacerlo confesar su culpa y de paso lograr que también acuse al Capitán para poder acabar con ambos de una vez.
Iñigo las pasa muy mal durante esos días en la prisión de Toledo, ya que su peor temor es acabar en la hoguera junto a los demás herejes, y a la vez su lealtad al Capitán es puesta a prueba en varias ocasiones. Mientras tanto Alatriste, con la ayuda de don Francisco y de su viejo amigo el Conde de Guadalmedina intentará salvar a Iñigo sin ser atrapado en el intento.
Este libro nuevamente muestra cuan peligroso era vivir en Madrid en esa época, pero también deja en claro cuanto poder tenía la Iglesia, representada por la Inquisición que no tenía ningún escrúpulo al momento de castigar a quienes consideraba herejes, y así también como aquellos que practicaban otra fe que no fuera la religión católica eran perseguidos sin ninguna piedad.
El libro conserva el mismo clima del primero, pero aquí la intriga es aún mayor atrapando al lector en una tensión constante.
La saga continúa con cuatro libros mas: EL SOL DE BREDA, EL ORO DEL REY, EL CABALLERO DEL JUBON AMARILLO, CORSARIOS DE LEVANTE.
Cecilia Tedesco.
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